Antes de sacar cualquier conclusión, toma en cuenta esta información.
Aunque la cirugía no suele ser el primer paso para tratar el glaucoma, es la mejor opción para salvar tu vista si otros tratamientos no funcionan.
Pero antes de explicarte qué opciones existen y cuál es la mejor para ti. Entendamos este padecimiento.
El glaucoma no es nada más ni nada menos que presión dentro del ojo; algo así como una pelota de baloncesto inflada en exceso. Debido a esto, el líquido en tu ojo no puede drenar como debería, lo que suele dañar el nervio óptico dentro de tu ojo y afectar tu visión.
¿Cuándo puede ayudar la cirugía de glaucoma? Una vez diagnosticado, tu oftalmólogo te recetará gotas o medicamentos orales para reducir la presión en el ojo. Si estos no funcionan, la cirugía es el siguiente paso.
En algunos casos, puede que la cirugía sea necesaria inmediatamente cuando la presión ocular es alta y pone en riesgo la visión.
¿Cuáles son los tipos de cirugía?
La primera opción siempre suele ser la cirugía con láser. Se trata de un procedimiento poco invasivo que se realiza en el consultorio de su médico o en una clínica y después de la cual podrás irte a casa y volver a tu rutina normal al día siguiente.
El láser es un rayo de luz intenso. Está dirigido a tu ojo para ayudar a abrir los tubos obstruidos y drenar el líquido. Es probable que pasen algunas semanas para ver los resultados completos, pero en general es un procedimiento altamente efectivo.
¿Cuáles son los tratamientos con láser?
Trabeculoplastía con láser de argón. Esto abre las obstrucciones en el ojo para que el líquido pueda drenar. Es probable que el cirujano trate primero la mitad de las obstrucciones para ver qué tan bien funciona y luego continuar con el resto. Esta cirugía funciona en aproximadamente el 75% de los pacientes que padecen el tipo más popular. de glaucoma.
Trabeculoplastia láser selectiva. Si la primera opción no funciona tan bien, su médico puede recurrir a un láser de bajo nivel altamente focalizado solo en los puntos donde hay presión. A menudo, este puede ser el primer paso quirúrgico porque es más específico.
Iridotomía periférica con láser. Cuando el espacio entre el iris del ojo (la parte coloreada) y la córnea (la capa exterior transparente) es demasiado pequeño, puede contraer glaucoma de ángulo estrecho.El líquido y la presión se acumulan en esta área y es necesario utilizar un rayo láser para crear un pequeño orificio en el iris. El exceso de líquido puede drenar y aliviar la presión.
Ciclofotocoagulación. Si otros tratamientos con láser o cirugía no alivian la acumulación de líquido y la presión, el médico puede probar dirigir el láser a una estructura específica dentro de su ojo para aliviar la presión. Es posible que debas repetirlo con el tiempo para mantener tu glaucoma bajo control.
Después del láser
Lo primero que notarás es que tu vista puede estar un poco borrosa inmediatamente después del tratamiento. También puede sentirse un poco adolorido, pero en un par de horas, el médico controlará tu presión ocular. Eso sí, necesitarás que alguien te lleve a casa después de la cirugía y no olvides continuar tomando los medicamentos recetados para mantener la presión bajo control.
¿Necesito una cirugía de glaucoma? Ante cualquier síntoma de visión borrosa y malestar ocultar, debes acudir a una institución especializada como Clínica del Ojo Diabético, donde un equipo médico altamente capacitado te valorará y asesorará sobre el mejor tratamiento para tu padecimiento.
Después, podrás programar tu cirugía y comenzar tu viaje hacia una mejor visión.
No dudes en llamarnos para agendar tu cita. Podemos ayudarte a recuperar tu vista.