Para evitar pérdida de visión y daño en el iris hay que mejorar el drenaje intraocular, para esto existe un tratamiento quirúrgico con láser llamado iridotomía que se realiza en el área coloreada del ojo que se encuentra en la córnea y el cristalino (iris).
Por lo regular este procedimiento se utiliza para tratar algunos tipos de glaucoma.
¿Qué es una iridotomía y en qué consiste?
Mediante cirugía láser se hace un diminuto agujero similar a la cabeza de un alfiler en el borde externo del iris, permitiendo nuevos canales de drenaje para que el humor acuoso pase de la cámara posterior del ojo a la anterior.
Es una intervención rápida que emplea unas gotas de anestesia local para evitar molestias en el paciente.
Se trata de un procedimiento seguro y efectivo que poco a poco ha reemplazado a la iridectomía tradicional, que requería abrir del globo ocular y extirpar de manera manual y parcial el iris.
¿Cuándo se debe implementar la iridotomía?
Este tratamiento es eficaz para las personas que sufren de glaucoma agudo por cierre angular producido cuando el drenaje del humor acuoso es cerrado completamente en forma repentina por un estrechamiento del ángulo que completan el iris y la córnea.
El humor acuoso se acumula al interior del ojo, incrementando la presión intraocular generando en algunos casos graves daños en el nervio óptico, siendo una de las principales razones de pérdida de visión por glaucoma.
Otro caso en el que la iridotomía láser se utiliza es para restablecer una configuración normal del iris, es decir, a los pacientes con síndrome de dispersión pigmentaria, es cuando el iris se comba para atrás y rosa el cristalino liberando demasiada cantidad de pigmento.
Cuando las personas quieren saber qué es una iridotomía, otra de las dudas que surgen es ¿cómo es la recuperación tras una intervención así?
Los resultados se comienzan a notar tras pasar 24 a 72 horas después de las cirugía, lo que convierte a este procedimiento en un tratamiento seguro, eficaz y con un tiempo de recuperación de manera inmediata.
Tiene una alta efectividad en la prevención del glaucoma.
Siempre se recomienda acudir a su oftalmólogo si detecta alguno de los síntomas para una detección e intervención temprana.