Las intervenciones refractivas o láser como una cirugía LASIK son procedimientos que cada día se han vuelto más comunes y recurrentes entre los pacientes que buscan mejorar su vista y el alcance de la misma, estos métodos alteran la forma de la córnea (la zona blanca del ojo) cambiando la manera en la que enfoca el ojo.
Hay un porcentaje muy alto de éxito, de acuerdo con los Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftalmología (ASCARS por sus siglas en inglés), el 90% de los casos tienen resultados favorables y rápidos ya que los pacientes pueden regresar a su vida normal al poco tiempo de la cirugía.
Las dudas más frecuentes entre los que están a punto de someterse a una cirugía refractiva son ¿Cuál es el tiempo estimado de recuperación? ¿Qué pasa si se presenta visión borrosa después de una cirugía refractiva? ¿Hay efectos secundarios?
Como toda cirugía el tiempo de recuperación depende del paciente y los cuidados postoperatorios, y sí, es común que algunos pacientes presenten visión borrosa después de una cirugía refractiva y reflejos temporales, esto pasa por que el ojo se está ajustando a las nuevas correcciones en la visión.
Pero también puede pasar si hay un error en los grados de corrección, este error refractivo residual ocurre cuando los resultados reales son muy diferentes a los esperados por el cirujano, es importante hacer hincapié en el hecho de que la agudeza visual va mejorando poco a poco después de una cirugía láser.
Cuando se es sometido a una cirugía refractiva láser LASIK lo normal es adquirir gran mejoría en la visión de manera inmediata, lo contrario de lo que pasa con una intervención refractiva PRK, cuya mejoría es gradual.
El tiempo aproximado para tener la misma agudeza visual en los pacientes operados por LASIK es de un mes, aunque en algunos casos se extiende hasta los 4 meses, los primeros días son los de mayor mejora.
El primer paso para determinar si se es candidato para una cirugía refractiva es realizar un examen minucioso de la vista, el médico debe evaluar la forma del ojo, y el espesor de la córnea si hay errores refractivos y el tamaño de la pupila así como la humectación de los ojos, esto para descartar síndrome de ojo seco.
También es tomado en cuenta su historial médico, todo esto para garantizar y proteger al paciente.